sábado, 11 de junio de 2011

Arranca el Salón del Automóvil sin las marcas importadas

Las trabas a las importaciones de autos, impulsadas por el Gobierno para mejorar su balanza comercial, quedarán de manifiesto para el gran público en el próximo Salón del Automóvil, que arranca el viernes. La exposición, que se realiza cada dos años, fue suspendida en 2009 por la crisis financiera internacional. Ahora, la situación es distinta: la industria automotriz se encuentra de parabienes, tanto en ventas como en producción. Sin embargo, por las restricciones a las importaciones, habrá ausencias en coches de alta gama : no estarán BMW ni sus Mini-Cooper, como tampoco se verán los Volvo, Jaguar, Land Rover, Hyundai, Kia, Suzuki y Chery, entre otros.
Para participar con vehículos especiales de esta exposición, en la que se espera que asistan 450.000 personas, las automotrices tienen que solicitar permisos de “admisión temporaria” (por el plazo que dura la muestra) y la Aduana suele facilitar los trámites de importación porque el Salón fue declarado de “interés turístico”.
La muestra fierrera volverá a poner de manifiesto las diferencias entre las empresas que acordaron su sistema de exportaciones e importaciones con el Gobierno (como Fiat, Volskwagen, General Motors, Ford o Mercedes-Benz) con aquellas que no saben a qué artilugio apelar para que les den luz verde a las importaciones.
BMW sigue siendo el caso más emblemático. La concesionaria de Nordelta cerró. “Ante la imposibilidad del ingreso de vehículos por la restricción impuesta por el Gobierno”, dice un cartelito que está pegado desde el jueves. BMW consiguió permiso para las motos, pero todavía no encaminó los autos.
“La muestra será buena y tendrá nivel internacional. A todos nos hubiese gustado que estén todas las marcas, sin excepción, haría que el Salón tenga aún más brillo”, comentaron dos ejecutivos de automotrices que pidieron reserva de su nombre. Como palabra oficial, los voceros de las empresas hablaron de los modelos que expondrán y evitaron referirse a la situación de otros competidores.
Ernesto Cavicchioli, vicepresidente de Hyundai en el país, ofrece un retrato más general de la situación. “Los pabellones más destacados son para Adefa (la asociación de fabricantes). A los importadores suelen darnos otra ubicación, menos visible, razón por la que no participamos la última vez (en 2007)”, explica. “A eso se suman las restricciones para importar, que complican aún más la situación”, agrega.
Un stand en el Salón demanda una inversión de medio millón de dólares. Para los importadores, no tiene mucho sentido estar allí si su marca después no se consigue en las concesionarias.
“Mi objetivo inmediato es liberar la importación de 5.000 vehículos”, dice el representante de Hyundai. En los próximos días, le presentará al Ministerio de Industria un plan para que le habiliten importaciones a cambio de la exportación de biodiésel y vinos.
Gestoria Automotor

1 comentario:

  1. esto de las trabas es un problema. fue terrible saber que no estuvieron autos como Land Rover Freelander o Jaguar. encima la expo dependen siempre de los autos de alta gama, aunque no son usualmente comprado, a la gente le gusta verlos

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