En vísperas de las reuniones que funcionarios de Argentina y Brasil mantendrán este lunes y martes en Buenos Aires para buscar salida a la última crisis comercial entre ambos, el ministerio de Industrias anunció ayer un acuerdo por el que los vecinos autorizaron la entrada a su territorio de -por ahora- unos 600 autos. Son parte de los casi tres mil que habían sido varados en la frontera hace más de una semana en represalia por las trabas nacionales a la entrada aquí de productos brasileños.
Ayer, en Industria, señalaron a este diario que “en contrapartida a ese gesto de buena voluntad” que Argentina pedía para antes de las conversaciones del lunes, el Gobierno autorizará el ingreso de “algunos productos brasileños como baterías, calzados y neumáticos”.
Fuentes del sector privado hablan también de chocolates y heladeras . Todos ellos bajo el régimen de licencias no automáticas que Argentina impuso y que Brasil como la Unión Europea rechazan.
Fuentes brasileñas también confirmaron el acuerdo a la corresponsal de Clarín en San Pablo, pero no precisaron ni el número de autos autorizados a pasar a la altura de Uruguayana-Paso de los Libres, ni qué ocurrirá con el resto de los que siguen frenados. Desde ADELFA se hablaba de 600, en Industrias de 900. El anuncio se confirmó después de un diálogo telefónico entre los segundos de Industria, Eduardo Bianchi y Alessandro Texeira, quienes habían ya acordado la liberación el miércoles a la tarde en otra conversación. Ambos funcionarios encabezarán las reuniones de lunes y martes.
En Brasil, dijeron ayer que los autos podrían haber comenzado a pasar el mismo miércoles, pero que un piquete de arroceros en Uruguayana lo impidió . Los productores reclaman la suspensión por seis meses de la importación del cereal proveniente de la Argentina y Uruguay.
Ayer hubo expresiones de satisfacción de la Confederación General Empresaria (CGERA) y de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), cuyas fuentes señalaron que Industria les había informado por nota sobre la “liberación inmediata” de vehículos varados en la frontera. El 50% de la balanza comercial entre Argentina y Brasil – U$S 33.000 millones en 2010 – se lo “lleva” el sector automotor y de auto partes, lo que refleja el alto impacto local que tienen las represalias brasileñas.
Con todo, pese a la leve distensión que representa lo acordado en las últimas horas, los gobiernos de Cristina Kirchner y Dilma Rousseff siguen con los problemas comerciales bilaterales latentes . Y muy posiblemente, ambas presidentas se encuentren en la cumbre del Mercosur de Asunción, el 24 de junio, sin aún resolverlos.
Lo que se hizo en las últimas horas fue ponerle “curitas” a la herida. Los autos que fueron autorizados a pasar ayer lo hicieron bajo el régimen anterior de licencias automáticas. Brasil, no ha eliminado las licencias no automáticas que impuso en los últimos días como represalia contras las que ya desde hace años aplica a cada vez más productos Argentina. Aunque no lo aclaró, el Gobierno argentino liberará la entrada de productos brasileños a través de una suerte de fast track .
Es decir, acelera los tiempos de aprobación de las importaciones pero no elimina las licencias, lo que es parte de otro reclamo brasileño. Los vecinos dicen que Argentina incumple con los plazos de aprobación de los permisos, de hasta 60 días, establecidos por la Organización Mundial de Comercio.
Se informó que Bianchi y Texeira se sentarán a negociar el lunes y martes con las respectivas cartas que los ministros de Industria Débora Giorgi y Fernando Pimentel se enviaron respectivamente en los picos de recalentamiento del conflicto. Argentina se queja de su déficit comercial con Brasil, y pide más contemplaciones para la industria nacional. Los brasileños se quejan de las trabas, aunque de la carta de Pimentel también surge cierta preocupación vecina por la llegada de inversiones al país que no son brasileñas.
Gestoria del Automotor
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